Hoy 15 de abril damos por
finalizada nuestra aventura en el concurso de Euroscola 2015 bajo el
lema "Nuestro mundo. Nuestra dignidad. Nuestro futuro". Durante todo
este tiempo hemos aprendido a conocer muchos aspectos de la solidaridad,
tanto aquellos conceptuales que ya conocíamos y que hemos refrescado en
diferentes actividades, como los más prácticos, que han constituido
toda una experiencia vital para todos y cada uno de nosotros. A través
de la web de Euroscola tuvimos acceso a muchos contenidos que luego
pusimos en práctica en el test on-line.
El trabajo de campo posterior lo hemos recopilado en el blog http://eurothader.blogspot.com.es/,
en el que se puede consultar una muestra real de las muchas
experiencias que alrededor de la solidaridad con los demás hemos vivido
en estos últimos meses. Por eso hemos decidido que nuestro lema de
trabajo es: Vive la solidaridad, ¡actúa! Para nosotros el trabajo se ha desarrollado mayoritariamente en fechas anteriores a las indicadas para esta fase final, ya que nuestro período lectivo abarca del 27 de marzo al 14 de abril, por lo que la planificación de la mayoría de las actividades se realizó para fechas anteriores.
Todas
nuestras actividades se han vertebrado en tres ejes: nuestro instituto,
nuestra localidad y el mundo virtual. Las ideas que nos fueron
surgiendo desde el comienzo fueron muchas, pero a medida que iban
sucediéndose algunas de ellas con relación a otras actividades ajenas a
nosotros (como el Mercadillo Medieval de Orihuela, charlas sobre
voluntariado...), nos dimos cuenta de que lo que queríamos era actuar,
ponernos manos a la obra para poder sentir y dar a conocer ese concepto
de solidaridad con los demás, sobre todo con los más desfavorecidos,
que consideramos que puede cambiar el mundo y hacerlo un poquito mejor.
De ahí surgió nuestro lema de trabajo, que nos sirvió de mantra para
saber que lo que hacíamos estaba bien.
En primer lugar, nos interesaba trabajar la solidaridad en nuestro instituto,
y la actividad principal ha consistido en dar a conocer a nuestros
compañeros qué es la solidaridad, cómo se puede participar de ella y,
evidentemente, subir ese primer escalón, a veces tan difícil.
El miércoles 5 de febrero los alumnos del IES Tháder y participantes en Euroscola asistieron a una charla informativa para conocer mejor en qué consiste el Comercio Justo. Esta ha sido una de las actividades que nos ha hecho reflexionar realmente sobre lo que pasa a nuestro alrededor, incluso aquello a lo que podemos contribuir cada uno de nosotros.
Estos
son los principios a los que se acogen y de los cuales hemos aprendido
que todos y cada uno de ellos son importantes para un comercio
equitativo.
A
partir de ahí partió de nosotros la necesidad de hacer partícipes a nuestros
compañeros de las bondades del comercio justo, y con la colaboración de
algunos profesores instalamos un pequeño puesto de productos de
Comercio Justo en el vestíbulo de nuestro centro para venderlos entre
los diferentes miembros de la comunidad educativa. ¡Fue todo un éxito!
El
hecho de comentarles a las personas que son alimentos, cosméticos,
artesanía y demás que se han controlado durante todo su proceso, también
es cierto que les atrae para saber más. Nos quedamos con una nueva
experiencia y la sonrisa de aquellos que nos compraban sabiendo que
estaban ayudando a alguien.
Animados
con el buen resultado, durante la Semana Cultural de nuestro centro
colaboramos mediante la preparación de otro puesto, esta vez apoyando la
labor de Manos Unidas, Asociación de la Iglesia Católica en España para
la ayuda, promoción y desarrollo del Tercer Mundo. Es, a su vez, una
Organización No Gubernamental para el Desarrollo, de voluntarios,
católica y seglar.
Nuestra
ayuda consistió en la venta de camisetas para mayores y
pequeños, bolígrafos, bolsas reciclables, calendarios y agendas. El
proyecto al que contribuíamos se centraba en la recogida de dinero para
la construcción de un edificio que constará de comedor, zona de lavado,
cocina, despensa, enfermería con aseo y corredor en Vizag, un pequeño
pueblo de India donde viven actualmente unos 100 niños de entre 6 y 14
años escolarizados cuyas familias son pobres y marginadas, huérfanos o
medio huérfanos. En la actualidad solo tiene dos edificios como
dormitorios según las edades. La cocina es un chamizo que no cumple las
mínimas medidas higiénicas sanitarias y no tienen comedor, por lo que se
refugian en los dormitorios cuando llueve. El coste total es de 58.250 €
y nos pareció buena idea ayudarles para que tuvieran una escuela en
condiciones al igual que la que tenemos aquí. Para que puedan tener una
vida, una vida digna, ya que con proyectos así podemos
conseguir mucho y devolver sonrisas que no deberían haberse borrado.
Una vez que habíamos comenzado el trabajo en nuestro centro, nos interesamos en saber cómo se vive esa solidaridad en nuestra ciudad.
Así, como primer paso nos fuimos a informar por el trabajo de otra
organización que vive y actúa por y para los demás: la Cruz Roja. Para
ellos la palabra solidaridad es una manera de ser, no una etiqueta.
A
partir de esa entrevista nos surgieron dudas sobre qué opinaba la gente
de nuestra localidad sobre qué es la solidaridad, así que nos lanzamos a
la calle a conocer su opinión y aprender un poco más de la sabiduría
popular. Dejamos constancia de ello en un vídeo muy interesante.
Las
conclusiones de este trabajo de campo fueron claras: empatía y respeto.
Para ayudar a alguien tenemos que tener empatía, ponernos en su lugar,
darnos cuenta de que puede que algún día nosotros estemos en su
situación y nos gustaría que alguien nos ayudase. Y respetar. El respeto
hacia toda persona y hacia todas sus necesidades.
Como
desde el comienzo del proyecto nos decidimos a actuar, los días 23, 24 y
25 de enero colaboramos como voluntarios en un puesto del mercadillo de
San Sebastián, disfrutando de la venta de productos de Comercio Justo
con la ayuda de una profesora del centro.
A
pesar del frío, los productos donados y los folletos para difundir,
esta acción que realiza Comercio Justo nos hizo sacar nuestra mano
solidaria con ese pequeño acto, haciendo crecer las ventas y además, con
nuestra mejor sonrisa. Hay trabajos que pueden llegar a ser muy
divertidos, sobre todo si sabes que el gesto que haces puede mejorar las
pequeñas cosas del día a día.
Días
después, durante la celebración del Mercadillo Medieval en Orihuela,
también participamos. El objetivo de estos días se basaba en dar a
conocer qué es Comercio Justo y concienciar de su necesidad a la gente.
Fueron
varios días, lo que nos dio ventaja para preparar una difusión
diferente. Con una bandeja de dulces y mucha alegría conseguíamos atraer
a muchos clientes y así les dábamos a conocer aquello que degustaban.
Se nos ocurrió la brillante idea de caminar por todo el mercadillo e ir
repartiendo folletos para, además de informar, que se acercaran a
nuestro puesto, llamando la atención con productos como el chocolate y
el café.
Cuando
ya habían pasado unas semanas desde estas acciones, un buen días se nos
ocurrió que, al igual que muchas asociaciones como Cáritas o Manos
Unidas, podíamos ayudar a aquellas personas que piden en nuestras calles para
poder comer. Para ello, entre todos los participantes del proyecto
Euroscola reunimos una pequeña cantidad de dinero que utilizamos para
preparar bocadillos y comprar fruta y agua y repartirlos por nuestra
ciudad a los que más lo necesitan y que, a veces, están más cerca de lo
que pensamos.
Además, días más tarde
participamos en una actividad muy interesante que aunaba solidaridad
con pintura y literatura, recordando al famoso poeta oriolano Miguel
Hernández. Con motivo del año hernandiano y rememorando el Guernica que
un grupo ilicitano pintó en el año 1976 en una de las fachadas de las
casas del barrio de San Isidro, la gente ha vuelto para crear murales
con la temática de los poemas de Miguel Hernández. Es una forma de
decorar este barrio entre todos, unidos por los mismos motivos: la
pintura y la poesía. La gente del barrio recibió a los artistas con todo
lo que tenían, organizando paellas y ofreciendo las fachadas de sus
casas para que todos podamos disfrutar de un museo al aire libre.
Y
sabíamos que teníamos que dar a conocer todas nuestras inciativas a los
demás. Las fronteras del planeta casi no existen en el mundo virtual. Así que, en primer lugar, creamos nuestro blog, una página en Facebook, reactivamos la cuenta en Twitter, y nos empeñamos en que todo nuestro entorno más cercano conociera nuestro proyecto y se diera a conocer también a todo el mundo a través de la web.
Realizamos
una serie de carteles en los que buscábamos que la gente invirtiera
unos segundos de su tiempo en leerlos y que reflexionase. Además, nos pareció una buena oportunidad para dar a conocer nuestro hashtag en twitter (#euroscolathader2015) y nuestro blog, además de nuestros perfiles en otras redes sociales…
Como
nuestro instituto participa además en otros programas europeos, como
Comenius, y algunos de quienes hemos participado en Euroscola también
colaboramos, el pasado 9 de marzo, durante las actividades organizadas
en el Istituto Comprensivo «A. Malfatti» de Contigliano (Italia)
dentro del proyecto Comenius bajo el lema «Cambio climático donde vivo.
Modelización para comprender y actuar. Otra vida se inventa aquí», un
grupo de esos alumnos del IES Tháder presentó ante los participantes de
diferentes países europeos (Portugal, Rumanía, Grecia, Bulgaria,
Francia, República Checa, Eslovaquia y Estonia) las actividades que realizadas en esta edición de Euroscola 2015.
La exposición se
transmitió en inglés y francés y sirvió para que tanto profesores como
alumnos de los diferentes centros educativos asistentes conocieran las
acciones relacionadas con la solidaridad que se están llevando a cabo en
el instituto oriolano.
Además, diversos medios en la web se han hecho eco de nuestras actividades, como la página web de la Generalitat Valenciana, y durante estos días apareceremos en prensa digital local.
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